Es un problema constructivo que aparece en una obra civil, con posterioridad a su ejecución. Las mismas deben ser tratadas para recuperar la funcionalidad de los elementos afectados y evitar que la misma siga creciendo.
Un refuerzo estructural es necesario siempre que se ponga en riesgo algún elemento de la obra civil. A veces por ausencia de cálculos, deficiencia o falta de control en la etapa constructiva, o por modificaciones posteriores a la ejecución, algunos elementos resistentes son vencidos en su capacidad de absorver nuevos esfuerzos. Ante el riesgo que esto implica, es necesario realizar refuerzos que mantengan la seguridad y funcionalidad de cada elemento de la obra.
Siempre es necesario calcular una estructura, por más simple que ésta sea. El por qué de esto se basa en la seguridad ante todas las cosas, pero también en la optimización de materiales, traduciendo los cálculos, en ahorros sustanciales a la hora de construir.
Lo necesario siempre, es mantener la seguridad y funcionalidad de cada elemento constructivo. El Ingeniero Civil asegura optar por la solución técnicamente más conveniente y económica a la hora de construir, refaccionar o reparar una parte o la totalidad de una obra.
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